Yo doy un paso hacia el costado y me posiciono del lado del segundo.
Si bien me gustaron bastante las dos historietas, considero que “Mort
Cinder” es víctima del ritmo con el cual se hizo. Presentar argumentos
interesantes como la niebla que funciona como portal al pasado para
quienes la atraviesan y después olvidarse completamente de ella le dan
un aire de indecisión a la historia, que sumado a que no se den
siquiera indicios de por qué Mort es inmortal y que no tenga un final
hace que no termine de convencerme. Con respecto a que no tenga final
me refiero a que no lo favorece que la última vivencia contada sea “La
batalla de las Termópilas” por acabar en la historia misma sin volver
al presente donde Mort está relatando a Ezra los acontecimientos
pasados como en las otras, pudiendo cerrar con una frase como la de
“En la penitenciaría: El Frate” que dice: “No me contestó. Quedamos en
silencio, oyendo solo los saltos breves de un chico jugando a la
rayuela, allí afuera…”, que nos ubica en la atmosfera de los
protagonistas. Con esto no quiero restarle mérito, si no simplemente
me lamento de que no haya sido completado el trabajo de Oesterheld y
Breccia para ver qué rumbo se pretendía darle a la historieta en su
totalidad.
En cuanto a El Eternauta, los motivos de mi elección son simples: una
historia de ciencia ficción interesante, una lectura no muy densa y un
final que cierra una historia pero establece las pautas para otra.
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